Emoción es información


Vivir mucho tiempo bajo tensión hace que nuestros cuerpos permanezcan contraídos, limitando así nuestra respiración, que es el sistema  encargado de proveer de oxigeno a los pulmones. Esa tensión permanente puede deberse a diversas razones, una de ellas es el miedo.   El miedo es una emoción que existe en el cuerpo y en la mente.

Cuando comencé a practicar posturas invertidas (Parado de  manos, de cabeza, etc.) sentía que el alma se me salía... Una de las características de las inversiones es que , al cambiar nuestra orientación respecto a la tierra, el cuerpo entra en una posición totalmente contraria a la conocida y experimentada la mayor parte del tiempo,  por lo que  al realizarla podemos sentirnos desorientados. El miedo puede estar atrapado en alguna parte de nuestra estructura corporal que al ser puesta al revés sacude la emoción y algunas veces genera  sensaciones desagradables...yo experimentaba una profunda ansiedad, a veces era pánico que hacía que mi respiración se cortara y mi cuerpo se encogiera. Sentía que no tenía de donde sostenerme, no sentía mi fuerza y esto disparaba diferentes pensamientos (veloces y sutiles) que me impedían mantenerme en la postura...

 La respiración fue fundamental para  acompañarme en esta  experiencia...trabajar las zonas corporales más involucradas en  la postura, despertar conciencia en zonas del cuerpo que no percibía fácilmente, trabajar con los pensamientos, sobre todo aquellos que surgían mientras estaba en la postura...Cuando una postura nos es difícil, no por repetirla y repetirla, se facilitará. Hay que encontrar en dónde (cuerpo-mente) está atorado el movimiento que nos lleva a ella;  fortalecer y cuidar las zonas que pueden verse comprometidas para evitar lesiones, y guiarnos con la respiración para liberar el movimiento...Evitar forzar el cuerpo  y , por supuesto, contar con la guía compasiva de una maestra(o) paciente, compasiva (o) y experimentada(o) en su propio cuerpo-mente, con un trabajo profundo consigo mismo.

 Ha sido un proceso largo...y me he apoyado  en  la práctica meditativa, en la investigación de mi respiración y en  la psicoterapia para desenredar los nudos que el miedo creó en mi cuerpo-mente;  la practica del movimiento somático ha hecho que mi conciencia corporal de huesos, músculos y  órganos sea más clara, de tal forma que puedo sentir mi fortaleza, mi propio apoyo y confianza para hacer posturas invertidas...Aprendí a ver algunas cosas al revés, a abordar las posturas difíciles desde diferentes ángulos y a comprenderme a través del miedo...  he comprobado que las emociones son para conocernos mejor,  que nos dan información sobre lo que pasa con nosotros, que está bien sentir miedo y que dentro de mi está la fortaleza para enfrentarlo y superarlo...dentro y fuera del tapete


Comentarios

Entradas más populares de este blog

Vida Interior

¿Por qué nos resistimos a descansar? parte 1

Educar el Movimiento