Vivir el Descanso

Durante los primeros 6 meses de practicar yoga mi postura favorita fue Savasana, postura de relajación o descanso consciente. De verdad era lo que me llevaba a las clases cada día... El Profesor Ezequiel era un experto. Nos guiaba para llevar la atención primero al cuerpo, de pies a cabeza; después, a la respiración; luego, no sé que más porque me quedaba dormida...si, profundamente dormida...Y al final,  él amablemente iba y me movía y decia "ya terminamos". Yo salía muy relajada

Al principio me encantó, después me preocupó que nadie más se durmiera, pero el me dijo " si tu cuerpo pide dormir, es porque estás cansada física y mentalmente"...efectivamente, estaba saliendo de una  temporada de trabajo y de relaciones personales muuuy complicada.

Los siguientes meses ya no me dormía. Seguía las instrucciones del descanso hasta el final y me mantenía viviendo el descanso a través de sentir mi cuerpo ahí acostado, las preocupaciones desaparecían, no había nada que hacer, sólo estar...ahí gustosa...sostenida por la tierra...El profesor decía que savasana era la postura más difícil porque no hay que hacer nada y cómo nuestra mente siempre quiere hacer algo, pues es un reto, ni dormir ni pensar, sólo estar y descansar...con la práctica de este descanso,  la mente y cuerpo se van tranquilizando con mayor facilidad.

Ahora, en mis sesiones me gusta tener tiempo para una relajación larga, sobre todo por las tardes y siempre les recomiendo a quienes practican conmigo que traten de hacerlo los  días que no toman sesión. La relajación es sumamente importante, le damos al cuerpo oportunidad de asimilar e integrar todo lo que sucedió durante la practica, descansar y alcanzar la tranquilidad.  Y si no hacemos practica de yoga, también podemos darle este espacio al cuerpo para soltar las tensiones del día y descansar. 

Para quienes no practican yoga, se trata de una posición acostado boca arriba, en el piso, sobre un tapete o cobija, se ponen  los brazos en diagonal al cuerpo y las palmas de las manos hacia arriba. Cuando no hay quien guie, sólo siente tu cuerpo de pies a cabeza y lleva tu atención a tu respiración, no hay que hacer nada, sólo atender, sentir y soltar el cuerpo...pon una campanita que suene a los 5 o 10 minutos...Sólo estár ahi, vivir el descaso!    Nota qué pasa contigo después de ese tiempo...que lo disfrutes!

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